Curiosa historia de cómo un coleccionista compró un retrato bonito y terminó con una obra que podría ser del maestro renacentista
Algunos expertos en arte y ciencia han atribuido a Leonardo da Vinci un retrato del siglo XIX. El propietario en un suizo que desea permanecer en el anonimato. Un vocero de este coleccionista dijo que han empezado a llegar ofertas para comprarlo. Manifestó que el mayor ofrecimiento es de 50 millones de dólares, de un intermediario que actúa en nombre de un ruso.
Sin embargo, la atribución ha sido objetada. Si de hecho es de Leonardo, dicen los escépticos, pasó sin que los expertos de la casa de subastas se dieran cuenta, ni los comerciantes en arte especializados que asistieron, incluido el que la compró.
No obstante, hay quienes creen que la obra es un Leonardo genuino. "Este perfil es casi demasiado hermoso para ser verdad", dijo Alessandro Bezzosi, director del Museo Ideale Leonardo da Vinci, señalando una fotografía de la obra que ahora está colgada ahí. Estudios científicos aparte, dijo, "la iconografía y la estética hablan claramente de que se trata de un Leonardo". Bezzosi incluyó el retrato en una monografía sobre Leonardo que publicó en julio.
Christie´s dijo en una declaración que "no puede hacer comentarios sobre esta obra en particular hasta que no haya estado sujeta a un análisis integral y concluyente, académico y científico".
Otros expertos señalan que la apreciación moderna _ una convergencia de exámenes técnicos de amplio espectro y el ojo de los expertos _ sigue siendo una ciencia inexacta. Y llegar a un consenso en torno a una atribución puede ser un proceso largo y desafiante.
Un excelente negocio
La historia de cómo un coleccionista suizo compró un retrato bonito en enero de 2007 y terminó con una obra que podría ser de un maestro renacentista es "una historia de la miseria a la riqueza, excepto porque el propietario no está precisamente en la miseria", dijo Peter Silverman, un coleccionista canadiense que es amigo del dueño. Hace 18 meses, dijo Silverman, el coleccionista suizo le mostró el retrato, y fue el primero en sospechar que su amigo podría haber hecho una inversión asombrosa.
Los dos coleccionistas llevaron el retrato a Lumiere Technology, una compañía basada en París que se especializa en tecnología digital multiespectral que ya había digitalizado dos obras de Leonardo: la Mona Lisa que está en el Louvre y "La dama del armiño", en el Museo Czartoryski en Cracovia, Polonia.
Pascal Cotte, técnico en jefe de Lumiere Technology, llevó a cabo una serie de pruebas en la obra durante casi cuatro semanas, y no le llevó demasiado tiempo dilucidar un nombre. "Le dije al dueño: "Tengo la impresión de que es un dibujo de Leonardo", y él contestó: "Justo por eso es que estamos aquí"".
Las pruebas del carbono 14 que se efectuaron en el Instituto Federal Suizo de Tecnología en Zúrich, dadas a conocer este mes, datan la obra entre 1440 y 1650. Sin embargo, los comerciantes en arte y los historiadores del arte entrevistados recientemente tenían opiniones ambivalentes sobre el retrato. Las pruebas científicas "pueden ser muy útiles, pero no garantizan una atribución porque el primer criterio es la calidad, y eso no se puede discernir por medios mecánicos", dijo Jean Luc Baroni, un comerciante en arte basado en Londres.
Nicholas Turner, un ex curador de dibujos del Museo Británico y del J. Paul Getty en Los Angeles, vio la obra en diciembre pasado y le impactaron el sombreado hecho con la mano izquierda (Leonardo era zurdo), así como la fisonomía y los detalles. Todo ello señala en dirección a Leonardo, dijo, y agregó: "Yo recomiendo que los especialistas en Leonardo sigan esa línea de investigación".
Algunos expertos en arte y ciencia han atribuido a Leonardo da Vinci un retrato del siglo XIX. El propietario en un suizo que desea permanecer en el anonimato. Un vocero de este coleccionista dijo que han empezado a llegar ofertas para comprarlo. Manifestó que el mayor ofrecimiento es de 50 millones de dólares, de un intermediario que actúa en nombre de un ruso.
Sin embargo, la atribución ha sido objetada. Si de hecho es de Leonardo, dicen los escépticos, pasó sin que los expertos de la casa de subastas se dieran cuenta, ni los comerciantes en arte especializados que asistieron, incluido el que la compró.
No obstante, hay quienes creen que la obra es un Leonardo genuino. "Este perfil es casi demasiado hermoso para ser verdad", dijo Alessandro Bezzosi, director del Museo Ideale Leonardo da Vinci, señalando una fotografía de la obra que ahora está colgada ahí. Estudios científicos aparte, dijo, "la iconografía y la estética hablan claramente de que se trata de un Leonardo". Bezzosi incluyó el retrato en una monografía sobre Leonardo que publicó en julio.
Christie´s dijo en una declaración que "no puede hacer comentarios sobre esta obra en particular hasta que no haya estado sujeta a un análisis integral y concluyente, académico y científico".
Otros expertos señalan que la apreciación moderna _ una convergencia de exámenes técnicos de amplio espectro y el ojo de los expertos _ sigue siendo una ciencia inexacta. Y llegar a un consenso en torno a una atribución puede ser un proceso largo y desafiante.
Un excelente negocio
La historia de cómo un coleccionista suizo compró un retrato bonito en enero de 2007 y terminó con una obra que podría ser de un maestro renacentista es "una historia de la miseria a la riqueza, excepto porque el propietario no está precisamente en la miseria", dijo Peter Silverman, un coleccionista canadiense que es amigo del dueño. Hace 18 meses, dijo Silverman, el coleccionista suizo le mostró el retrato, y fue el primero en sospechar que su amigo podría haber hecho una inversión asombrosa.
Los dos coleccionistas llevaron el retrato a Lumiere Technology, una compañía basada en París que se especializa en tecnología digital multiespectral que ya había digitalizado dos obras de Leonardo: la Mona Lisa que está en el Louvre y "La dama del armiño", en el Museo Czartoryski en Cracovia, Polonia.
Pascal Cotte, técnico en jefe de Lumiere Technology, llevó a cabo una serie de pruebas en la obra durante casi cuatro semanas, y no le llevó demasiado tiempo dilucidar un nombre. "Le dije al dueño: "Tengo la impresión de que es un dibujo de Leonardo", y él contestó: "Justo por eso es que estamos aquí"".
Las pruebas del carbono 14 que se efectuaron en el Instituto Federal Suizo de Tecnología en Zúrich, dadas a conocer este mes, datan la obra entre 1440 y 1650. Sin embargo, los comerciantes en arte y los historiadores del arte entrevistados recientemente tenían opiniones ambivalentes sobre el retrato. Las pruebas científicas "pueden ser muy útiles, pero no garantizan una atribución porque el primer criterio es la calidad, y eso no se puede discernir por medios mecánicos", dijo Jean Luc Baroni, un comerciante en arte basado en Londres.
Nicholas Turner, un ex curador de dibujos del Museo Británico y del J. Paul Getty en Los Angeles, vio la obra en diciembre pasado y le impactaron el sombreado hecho con la mano izquierda (Leonardo era zurdo), así como la fisonomía y los detalles. Todo ello señala en dirección a Leonardo, dijo, y agregó: "Yo recomiendo que los especialistas en Leonardo sigan esa línea de investigación".
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