Jerry no necesita a un humano para jugar con su pelota. Su ingenioso dueño ha ideado ésta máquina para mantenerlo ocupado. Dos años de trabajo dedicados especialmente al control de sensores para evitar accidentes con el propio perro y su hijo, dan éste resultado:
Ese perro tuvo que volverlo loco, porque es imposible que tengas la paciencia de inventar esto, :)
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